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viernes, 17 de abril de 2020

EL FUTURO DISTÓPICO ES AHORA, por YOLANDA ENCINAS

Dicen que toda generación tiene que sufrir un acontecimiento traumático. Nuestros abuelos padecieron la guerra civil y también algunos de nuestros padres que eran unos críos, pero lo que sí sufrieron nuestros progenitores fue la posguerra y sus penurias. Y ahora nosotros, sus hijos, estamos viviendo una pandemia vírica, una situación de excepcionalidad, una quietud no buscada, un desmantelamiento de las economías modernas que no habíamos conocido con esta fiereza, que puede resultar peor que pasada crisis económica del 2008, y que está por ver si todo esto nos llevará a un "crack" que haga que la economía mundial se desplome, y nuestras cuentas se vengan abajo igual que un castillo de naipes. La incertidumbre es ahora la que marca los días y las horas y casi nadie sabe a ciencia cierta qué nos deparará el futuro más inmediato: ¿rehumanización o colapso económico?
Todos estamos interconectados, pero la riqueza está fatal repartida. Durante la pasada crisis económica se multiplicaron los millonarios mientras otra mucha gente se empobrecía hasta languidecer. La falta de consciencia entonces de la clase política gobernante, su usura, codicia y egoísmo, desarmó a las clases populares con la precarización del empleo, con los recortes y los despidos masivos. Así la clase media española quedó seriamente deteriorada, seriamente dañada, y las desigualdades entre la población crecieron como la espuma; la brecha entre la gente adinerada y la gente más pobre se ensanchó.
Ahora nos encontramos en un escenario distinto, pero creo que cuando volvamos a salir a las calles, volveremos a vivir una nueva batalla de la lucha de clases, ¿quién ganará entonces? No lo sabemos, pero no espero ningún milagro, el ímpetu autoritario que recorre el mundo no favorece a las clases populares. Este Planeta se está llenado de líderes políticos populistas y reaccionarios, que además han dicho muchas estupideces de esta crisis sanitaria; una pandemia que se está resistiendo hasta con nuestros sanitarios más cualificados y también hay gente que ha fallecido por falta de recursos. Noam Chomsky, una mente brillante e inconformista, un intelectual y uno de los pensadores más influyentes de nuestro tiempo, ha explicado con claridad que "la situación actual es muy seria, el virus... deberíamos entender, es el resultado de un fallo colosal en el mercado. Es importante entender el contexto para evitar futuras reapariciones de catástrofes como esta. La valentía y el heroísmo de los que luchan en primera línea contra la pandemia, los doctores, enfermeros, trabajadores de la salud, son admirables. Pero este tipo de situación, en la que uno vive en un sistema muy frágil, que puede ir tirando si nada va mal, pero en el que todo se colapsa cuando hay una catástrofe". deberíamos estar atentos a cualquier acontecimiento mundial, el  FMI (Fondo Monetario Internacional) acaba de afirmar que nos encontramos en el peor momento económico de la historia reciente desde la Gran depresión de 1929. ¿Por cuántas semanas soportarán los países afectados por el virus sus economías hibernadas o casi paradas?¿Quién nos asegura que esta situación prolongada en el tiempo desemboque en un brutal crack económico casi global?, ¿son todos los acontecimientos la antesala de un nuevo orden mundial?
Trato de imaginar el futuro, estamos ante un cambio de paradigma, y hay una pregunta importante, ¿qué camino escogerán los gobiernos, la economía o la salud, o ambas cosas a la vez?, ¿Qué camino escogerán y por qué? Escoger la economía es retirar totalmente el estado de emergencia y permitir que las empresas puedan  trabajar, escoger la saludo consiste en continuar con el estado de emergencia, obligando a tod@s a estar encerrados en sus casas. Si se continúa con el estado de emergencia la economía descenderá, y el ímpetu económico amenaza también la vida de millones de personas: difícil ecuación. Mantener cerradas por largo tiempo las escuelas, los negocios y prohibir las reuniones de personas puede ser posiblemente más grave que el coste directo del virus. Consideren el efecto de cerrar por largos meses oficinas, escuelas, sistemas de transporte, restaurantes, hoteles, teatros, salas de conciertos o eventos deportivos, y dejar a to@s sus trabajadores en el paro político. El resultado probablemente no sería una depresión, sino un colapso económico completo, con innumerables empleos perdidos definitivamente antes de que la vacuna esté prevista; y el virus convivirá con nosotros durante mucho tiempo hasta que encontremos una vacuna. El mercado de valores podrá recuperarse con el tiempo, pero probablemente muchas empresas nunca lo harán. Una buena alternativa o situación intermedia sería que  las personas con bajo riesgo de contagio siguieran trabajando y mantuvieran abiertos los negocios mientras las personas con mayor riesgo de contagio se protegieran a sí mismas con el distanciamiento físico y con cuidados de salud médica. Con este plan batalla, podríamos desarrollar gradualmente la inmunidad sin destruir la estructura financiera en la que se basan nuestras vidas. Por el camino que llevamos, si los números no bajan, si las muertes por coronavirus no disminuyen, el confinamiento continuará.
Precisamente fue Noam Chomsky quien llegó a estudiar todas las estrategias que el poder tiene para controlar a las masas, entre otras muchas cosas, las técnicas de control humano; y además de muy comprometido socialmente fue muy crítico con el sistema. Es bastante ingenuo pensar que las personas más poderosas del mundo no ven esta pandemia como una oportunidad increíble. ¿Es difícil imaginar un mejor plan para aterrorizar, aislar, empobrecer, someter, y desmoralizar simultáneamente a una sociedad en conjunto? Creando un contexto perfecto para remodelar la sociedad o adaptarla a un modelo específico, que incluya recorte de la población, el adoctrinamiento de los medios de comunicación o la vigilancia estatal-policial de masas de alta tecnología.¿creen que exagero? Un tercio de la población mundial vive actualmente bajo medidas de aislamiento; y esto se va a parecer mucho a una economía de guerra. Entienda, piense y razone por primera vez en la vida que estas medidas que están fomentando los gobiernos son simplemente excusas para implantarlas para siempre en todo el mundo. Estas medidas  orwellianas no están puestas por el bien de la humanidad para detener el virus y salvar nuestras vidas. Estas medidas seguramente han llegado para quedarse. Y lo cierto es que si esta situación de confinamiento dura meses, el impacto en la sociedad tendría proporciones bíblicas. Este es un análisis objetivo de un Planeta encerrado. En unas semanas todo el Planeta pasó de la normalidad al miedo, el pánico, el desempleo, la vigilancia policial y el distanciamiento social extremo; estamos confinados en casa. El futuro distópico es ahora. 

1 comentario:

  1. Merece la pena leer este artículo de la periodista Yolanda Encinas. Invita a la reflexión.

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