Isaías 19-9 Aquel día sus ciudades fuertes serán como lugares abandonados en el bosque, o como ramas que fueron abandonadas delante de los hijos de Israel, (la tierra) será una desolación.
AQUEL MIÉRCOLES SANTO era atípico. Se
cumplían veintiséis días de la cuarentena a la que el gobierno había sometido a
sus súbditos. Se había declarado un mal mayor, algo inverosímil, poderoso e
invisible. Los había sorprendido sin armas con que defenderse.
Siguiendo los dictados de Evangelio, estaban sufriendo en sus
propias carnes aquella Pasión de Cristo que tantas veces habían leído y oído en
las pláticas religiosas.
Sin embargo, la naturaleza había reverdecido. El sol caía a
plomo y las hojas de los árboles cimbreadas por la brisa de abril, brillaban
con su intenso verde. Tan solo cabía esperar un día, otro y otro más… En tanto,
las muertes se sucedían. Los venerables ancianos caían como moscas llevándose
con ellos toda su sabiduría, toda su propia historia y así, dejaban huérfana de
sus experiencias, a una humanidad sin patrimonio vital.
Era como un desierto de ideas, cada habitante en su
madriguera diseñada para que nada le faltara. Los medios digitales cada uno
contando de mil maneras, la misa historia.
Era preciso inventarse un discurso nuevo que contuviera a las
masas que rumiaban tanta desgracia. Era un paréntesis cuyo cierre no estaba
previsto.
Pero el silencio se instalaba en las calles a la par que, la
policía patrullaba, acaso interrumpido por alguna sirena de ambulancia.
La noche se apagaba cuando la luz de las pantallas se agotaba
y el sueño sin sueños se precipitaba en las almohadas.

Muy bien Cristina,todos los días hay un buen(o malo) motivo para hacer una columna entretenida.Hoy tocan uvas agraces,o limones,o un hisopo mojado en vinagre..esta calamidad que nos tiene a todos con candados al suelo nadie la esperaba...!Pobre humanidad¡ quiere conquistar el sol y no sabe defenderse de elgo menor de una micra...a muchos prepotentes,que no necesitan de Dios para nada,les serviráa de cura de humildad...pero eso montón de ancianos que caen como mnoscas quién o cómo se les hará jussticia.Amen.Un abrazo¡¡
ResponderEliminarSí, es sumamente triste esta situación pero no será eterna. Un abrazo
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